Los bidones y soft flasks son herramientas esenciales para la hidratación en running y trail, especialmente durante entrenamientos largos o competiciones. Ambos permiten a los corredores y trail runners llevar agua o bebidas isotónicas de manera cómoda y eficiente, asegurando una hidratación constante sin interrumpir el ritmo de la actividad.
Bidones para running y trail
Los bidones son recipientes rígidos, generalmente de plástico o materiales más avanzados como el tritán (un material resistente y libre de BPA), que se utilizan para transportar líquidos durante el ejercicio. Los bidones suelen tener una capacidad que va de los 500 ml a 1 litro, aunque algunos modelos para trail pueden llegar a tener más volumen.
Características clave de los bidones:
Fácil acceso al líquido: Muchos bidones están diseñados con una tapa que se puede abrir fácilmente, incluso mientras corres, permitiendo beber rápidamente sin necesidad de detenerse. Algunos tienen boquillas a presión o con válvula para facilitar el sorbo sin derrames.
Materiales duraderos y ligeros: Los bidones están hechos de materiales ligeros y duraderos, como el plástico sin BPA, lo que los hace fáciles de transportar durante largas distancias.
Fácil de limpiar: A diferencia de otros sistemas de hidratación, los bidones se pueden desmontar fácilmente, lo que facilita su limpieza, algo esencial para evitar el desarrollo de bacterias o malos olores.
Diseños ergonómicos: Muchos bidones cuentan con formas ergonómicas y superficies antideslizantes para facilitar su sujeción durante el movimiento, evitando que se deslicen o resulten incómodos.
Ventajas de los bidones:
Mayor capacidad de líquido en comparación con otros sistemas, lo que es útil para carreras o entrenamientos largos.
Mayor durabilidad debido a su estructura rígida.
Fácil de transportar en mochilas, cinturones o chalecos de hidratación.
Desventajas:
Pueden ser más voluminosos y menos flexibles que las soft flasks.
Pueden hacer más ruido o causar molestias si no están bien asegurados.
Soft Flasks para running y trail
Las soft flasks son botellas de agua flexibles, generalmente fabricadas de materiales suaves y livianos como el TPU (poliuretano termoplástico). A medida que se beben, se van desinflando, lo que las hace más compactas y fáciles de manejar.
Características clave de las soft flasks:
Diseño flexible: La principal ventaja de las soft flasks es su diseño flexible, que se adapta al espacio disponible a medida que se va consumiendo el contenido, manteniendo su volumen bajo y facilitando su almacenamiento.
Ligeras y compactas: Las soft flasks son más ligeras y menos voluminosas que los bidones, lo que las hace más cómodas de transportar en chalecos de hidratación o cinturones, especialmente en terrenos técnicos o cuando se busca minimizar el peso.
Boquilla a prueba de derrames: Las soft flasks suelen tener una válvula o boquilla que evita derrames y facilita el acceso al líquido, permitiendo beber sin necesidad de detenerse o perder el ritmo.
Materiales suaves: Al estar fabricadas con materiales flexibles, las soft flasks son cómodas de llevar y no generan el mismo ruido que los bidones rígidos, lo que las hace más discretas durante la actividad.
Ventajas de las soft flasks:
Más ligeras y compactas que los bidones, ideales para correr o hacer trail en terrenos técnicos.
Se ajustan mejor al cuerpo gracias a su flexibilidad, lo que las hace cómodas y menos invasivas.
Fáciles de almacenar cuando no están completamente llenas, ya que se comprimen a medida que el líquido se consume.
Desventajas:
Capacidad menor que los bidones (aunque algunos modelos pueden contener entre 500 ml y 1 litro).
Menos durabilidad a largo plazo, ya que pueden ser más propensas a rasgarse o dañarse con el uso constante, especialmente en terrenos rocosos o abrasivos.
¿Cuándo elegir bidones o soft flasks?
Bidones: Son ideales si necesitas transportar mayor cantidad de líquido y prefieres un recipiente más robusto. Son una buena opción para carreras largas o entrenamientos en los que el volumen de hidratación es clave y la rigidez no es un problema.
Soft flasks: Son perfectas si buscas una opción más ligera, flexible y compacta. Son ideales para carreras de trail en las que cada gramo cuenta y en las que la comodidad y el ajuste cercano al cuerpo son esenciales.
Conclusión
Tanto los bidones como las soft flasks son opciones prácticas y eficaces para mantener la hidratación en running y trail, y la elección entre uno y otro depende de las preferencias personales, el tipo de actividad y las necesidades de hidratación. Los bidones ofrecen mayor capacidad y durabilidad, mientras que las soft flasks proporcionan ligereza, flexibilidad y comodidad. Ambos tienen su lugar dependiendo del tipo de entrenamiento o competición que se realice.